Consumatum est! ¡Todo se ha consumado! Dicen que dijo Jesús momentos antes de morir. Bien podría ser el resumen de la triste reunión a la que acudí ayer, día 12 de marzo de 2013. Un centenar de padres fuimos informados de que el proceso de segregación (sí, segregación) de Formación Profesional y ESO/Bachillerato en los Institutos de Pozuelo de Alarcón era ya oficial desde algunos días atrás y que las, más que tímidas, casi inexistentes protestas de las semanas anteriores habían quedado, como era de esperar, en nada.
En realidad, algunos de los allí presentes, y yo desde luego, salimos con la convicción de que, de alguna manera, la mayor parte de los asistentes, incluida la directora del IES Gerardo Diego, que nos explicó la situación, y muchos miembros de las APAS concernidas, la del propio IES Gerardo Diego y la del IES San Juan de la Cruz, no estaban del todo insatisfechos con el proceso. No se ha pedido, no parece que vaya a suponer ningún beneficio pedagógico tangible pero, si podemos conseguir algo a cambio, bienvenido sea, parecía la consigna general.
No se ha ofrecido ningún motivo de mejora educativa, solo parece que la gestión administrativa puede resultar más simple, aunque tampoco se han dado muchas razones en ese terreno. ¡Ah! Pero nos han hecho muchas promesas. Aumentarán los grupos; no tantos como para compensar el movimiento oficial de alumnos (todos los estudiantes deben ser automáticamente matriculados en el instituto de referencia, salvo que quieran pedir plaza en otro lugar), pero como algunos se irán (¿?)…El trasiego de profesores debería permitir que no aumenten las ratios ni las horas y, además, nos prometen hacer todo lo posible en el terreno del bilingüismo, la excelencia y no se sabe cuántas cosas más. Eso sí, todo verbalmente, nada por escrito, todo a la espera de que se ponga en marcha cada caso y cada cosa. ¿Y si no cumplen sus promesas? preguntó una madre incauta. La respuesta esperable: tocará aguantarse…
Pero imaginemos que todas las promesas se cumplen; que las ratios aula/estudiantes se mantienen, que los profesores son suficientes, que conceden al IES Gerardo Diego el bachillerato Internacional, o el de Excelencia, o el bilingüismo y hasta aumentan el número de aseos, como también se reclamó. Y que el IES San Juan se dota de los mejores talleres y laboratorios del mundo mundial. ¿Realmente es eso lo que queremos? ¿Queremos volver a los centros de primera y segunda clase, a separar por centros a los chicos "que valen para estudiar" y "los que no", a algo que por fin, después de décadas, parecía estar empezando a desterrarse? ¿No resulta más importante la convivencia y la educación conjunta, donde compartir experiencias, amistades, conocimientos, semejanzas y diferencias, y donde el estudiante de módulos profesionales y el futuro universitario se saben tan iguales en su formación de estudiantes como diferentes en su individualidad? Charles Chaplin criticaba en "Tiempos modernos" el trabajo en cadena porque suponía una forma más barata de fabricar a costa de alienar a los trabajadores de las empresas, convertidos en "apretadores de tuercas". En cierto modo (o en todo modo), este sistema que ayer asumimos como algo no tan malo supone algo parecido. Economizar (¿?) en la educación y en el esfuerzo gestor (¿?) para conseguir un producto más fácil de encajar en el mercado de trabajo a costa de ahorrar en humanidad y en confluencia social. Un sistema en el que conseguir la media hora del bocadillo se consideró un triunfo…
Pero, eso sí, a cambio nos enseñarán Historia, o Geografía, en inglés. Lo que supone casi una garantía de que no aprenderemos ni Historia, ni Inglés. Y si no es así, ¿por qué no se ofrece también la opción de explicar Matemáticas en esa lengua? Al fin y al cabo, parece bastante fácil aprender los números en ese idioma, o en cualquier otro. ¡Ah! ¿Que las matemáticas no son solo eso? Bueno, la historia también es algo más que nombres de reyes. Sirve por ejemplo para ayudar a crear ciudadanos, y transmitir determinados valores en un idioma que no es el tuyo nativo puede resultar muy complicado. Pero disculpen, se me había olvidado que estábamos hablando de mano de obra…
El trabajo en cadena se inventó en las fábricas de coches de Henri Ford hace más de un siglo. Vamos para atrás, como dicen que van los cangrejos, y además, por desgracia, parece que lo hacemos agradecidos.
Fermín Miranda García
Profesor de Historia Medieval y padre, sobre todo padre.
Comparto tus opiniones. También creo firmemente en que la enseñanza tiene que servir, aparte de para tener conocimientos sobre las respectivas materias, para aprender a convivir, vivir, compartir, entender, empatizar o sea formar seres humanos y no exclusivamente empleados para encajarlos en un engranaje laboral.
ResponderEliminarFermín, me ha encantado tu artículo. Llevamos mucho tiempo conviviendo en los institutos con alumnos de secundaria, bachillerato y ciclos formativos y no había el más mínimo problema ni de gestión ni de nada. De la misma manera, no sería bueno permitir un colegio de primaria y secundaria porque la gestión también es diferente. En este caso,y por razones un tanto ocultas, si lo permiten. No tienen vergüenza. Y sobre lo de las asignaturas que se imparten en inglés completamente de acuerdo.
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